vila, 15/10/04- La contemplación de las imágenes de Jesús fueron una de las claves de la espiritualidad de santa Teresa, explicó hoy el obispo de Ávila, monseñor Jesús García Burillo, durante la homilía de la celebración de la Doctora de la Iglesia.
El prelado se refirió a la exposición de las Edades del Hombre de este año, dedicada a los Testigos del Resucitado, en la que se recogen algunas de las imágenes veneradas por la santa durante su vida.
El nudo de la espiritualidad de la Santa, para el obispo abulense, está en la contemplación del Crcifijo, pues ?oró abundantemente ante estas imágenes de Cristo crucificado, como lo hizo ante las imágenes del Jesús Niño; oró ante el Crucificado y ante el Resucitado?.
?Las imágenes de Cristo fueron para Teresa un modo de presencia de Jesucristo en su vida, con quien se puede entablar una oración personal tratando de amistad a solas, con quien sabemos nos ama, podemos dejarnos impresionar por su persona, por su vida y su misterio. Nosotros acudimos a Él en nuestras necesidades y Él nos habla de su vida, de la esperanza, del amor a los hermanos, de la vida de las gentes, de sus problemas de sus deseos y aspiraciones?, añadió.
Según el obispo de Ávila, la ?presencia y amor de Dios alcanzó en Teresa las más altas cimas a las que llegó el ser humano?, y añadió que el punto central de su contemplación ?lo encontró en el misterio de Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre por amor; en cada niño Jesús, en cada imagen de Cristo Crucificado o Resucitado Teresa ve la síntesis de toda la vida de Cristo?.
Para monseñor García Burillo, esta contemplación de Teresa es necesaria a los cristianos, que ?no pueden dar hoy testimonio sin la experiencia previa de encuentro con Jesucristo, muerto y Resucitado?. ?Por eso nuestra fe es tan débil y nuestro testimonio, insignificante: porque no tenemos experiencia de Dios en nuestras vidas?.
El obispo se preguntó si la ?poca eficacia apostólica? la ?debilidad de nuestra fe?, el que ?se nos convence tan fácilmente sobre temas relacionados con la fe y la práctica religiosa?, ?nuestro compromiso social con los pobres, es tan endeble? y la falta de convicciones ?ante las propuestas que cada día recibimos para cambiar nuestras costumbres, la moralidad de nuestros actos, los principios cristianos y los criterios sobre la educación religiosa, el matrimonio cristiano o el valor de la vida? no se debes ?a que va desapareciendo de nosotros la costumbre de contemplar fijamente las imágenes de Cristo, orar con Él, trazar un camino profundo de relación entre la verdad de nuestra vida y la verdad de la vida de Cristo, el sentido efímero de nuestra existencia y el ser permanente de Dios, nuestras necesidades de cada día que afectan a la salud, al bienestar , a la economía y a la plenitud de la dicha que sólo podemos encontrar en Dios??
El prelado recordó también que este año se cumple el 400 aniversario de la fundación de la Reforma del Carmelo en Francia, por dos monjas españolas muy unidas a santa Teresa, Ana de Jesús, su hija predilecta, y Ana de San Bartolomé, su compañera inseparable en los últimos años.
Con motivo de dicho aniversario, el obispo de Ávila explicó que due invitado a presidir este año las Fiestas Teresianas en el país galo. ?La razón para invitar al Obispo de Ávila estaba en la relación estrecha, de Congregación y de espíritu, entre la joven carmelita normanda Teresita del Niño Jesús y la abulense Madre Teresa, fundadora de la Reforma. También se daba la circunstancia de que hace ahora un año los restos de la Santa de Lisieux visitaron España, comenzando por nuestra diócesis de Ávila. En Lisieux se quería destacar la relación entre ambas Teresas?, ambas ?doctoras de la Iglesia?, explicó.