En su mensaje, el centenar de Obispos argentinos, reunidos en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera del Pilar califican de “una gracia” y “un regalo de la providencia, en el marco del Año de la Fe, la próxima beatificación del “Cura Brochero”.
Los Prelados calificaron al próximo beato como “un verdadero Pastor con olor a oveja, al decir del Papa Francisco”.
Los Obispos recordaron además que en Argentina “tuvimos la gracia de la beatificación de la Hna. María Crescencia Pérez, religiosa argentina, y el gozo de que un hermano nuestro fuera elegido por Dios como Obispo de Roma y Pastor Universal”.
En su mensaje, la CEA describió al “Cura Brochero”, nacido en 1840 y formado en el Seminario de Córdoba, como un “pastor dotado de gran espíritu de sacrificio y extraordinaria caridad pastoral y social”.
El sacerdote, recordaron, “sirvió a la gente más pobre del campo, compartió su vida y promovió en ella la elevación humana y religiosa, especialmente a través de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola”.
“La devoción del cura Brochero a la Virgen María, con el profundo y cálido título de ‘Mi Purísima’, nos abre a su amor hondo y concreto, muy atento a las necesidades de cada persona”, indicaron.
El P. Brocheron, señalaron los Obispos, “hizo lo que Jesús dijo: ayudó a todos sus contemporáneos a escuchar esa misma voz que abre las cataratas del amor de Dios y que se vuelca en el amor concreto al hermano: abrió escuelas, fue pionero en abrir un colegio para niñas, proyectó el ferrocarril, y entre todos hicieron caminos, acequias, diques, telégrafos, y la misma Casa de Ejercicios”.
“Durante su breve período en la ciudad de Córdoba, nombrado capellán de la cárcel, veló con amor de padre por las necesidades físicas y espirituales de sus hermanos privados de libertad”, señalaron.
Los Prelados argentinos añadieron que el próximo beato “no fue un cristiano triste”, pues “sabía de la alegría que da Jesús y la quería contagiar”.
“Al visitar a la gente en sus casas, les decía: ‘Aquí vengo a darles música’. La música de saberse amados por Dios”, dijeron.
El Padre Brochero, dijeron los Obispos, “nos anima, como bautizados, a salir a las fronteras”, citando al Papa Francisco, “de tal manera que la unción llegue a todos, también a las ‘periferias’, allí donde nuestro pueblo fiel más lo espera y valora”.
“Por eso, los obispos argentinos expresamos nuestro gozo y gratitud por el don de la vida sacerdotal del Padre Brochero, modelo e intercesor, que reconocemos como una gracia singular para la Iglesia en nuestra Patria”, señalaron.
Esta beatificación, indicaron, “es una nueva llamada de Dios para responder a la vocación a la santidad que todos recibimos en el bautismo”.
“Queridos hermanos, los tiempos nos urgen, para que siguiendo el ejemplo de los santos, experimentemos la dulce y confortadora alegría de evangelizar”, concluyeron los Obispos en su mensaje.