Esta web utiliza cookies, puedes ver nuestra política de cookies, aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
El Testigo Fiel
rápido, gratis y seguro
conservar sesión
  • Por sobre todo, los miembros registrados dan forma y sentido a este sitio, para que no sea solamente un portal de servicios sino una verdadera comunidad de formación, reflexión y amistad en la Fe.
  • Además tienes ventajas concretas en cuanto al funcionamiento:
    • Tienes reserva del nombre, de modo que ningún invitado puede quedarse con tu identidad.
    • En los foros, puedes variar diversas opciones de presentación (color de fondo, cantidad de mensajes por página, etc.), así como recibir mail avisándote cuando respondan a cuestiones de tu interés.
    • También puedes llevar un control sobre los mensajes que leíste y los que no, o marcarlos para releer.
    • Puedes utilizar todas las funciones de la Concordancia Bíblica on-line.
registrarme
«Mira que estoy a la puerta y llamo,
si alguno oye mi voz y me abre la puerta,
entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo...»
formación, reflexión y amistad en la fe, con una mirada católica ~ en línea desde el 20 de junio de 2003 ~
Beato Guillermo Webster, presbítero y mártir
fecha de inscripción en el santoral: 26 de julio
n.: c. 1560 - †: 1641 - país: Reino Unido (UK)
otras formas del nombre: Guillermo Ward
canonización: B: Pío XI 15 dic 1929
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Londres, de nuevo en Inglaterra, beato Guillermo Webster, presbítero y mártir, que después de haber ejercido el ministerio a lo largo de más de veinte años en diversas cárceles, durante el reinado de Carlos I fue apresado por ser sacerdote y llevó a término su martirio en el patíbulo de Tyburn.

Aunque usó el nombre de Guillermo Ward, el verdadero apellido del beato era Webster. Era originario de Thornby de Westmorland. En 1604, se trasladó a Douai, donde recibió la ordenación sacerdotal en 1608. Ese mismo año, fue enviado a la misión de Inglaterra. Para entonces tenía ya bastante más de cuarenta años; pero desconocemos los detalles de su vida anterior. Una tempestad desvió hacia Escocia el navío en que viajaba el beato, quien fue arrestado inmediatamente y pasó tres años en la prisión. En cuanto recobró la libertad, se dirigió a Inglaterra a trabajar por la Iglesia, pero pronto cayó nuevamente prisionero. De los treinta y tres años que estuvo en la misión, pasó veinte en la cárcel. En la obra de Challoner puede leerse el testimonio que un sacerdote diocesano -que se tituló a sí mismo «hijo espiritual» del P. Ward- dejó acerca del carácter, el proceso y el martirio del sacerdote:

Todo el mundo sabía que era un hombre extraordinariamente bueno, lleno de celo en el servicio de Dios ... Sus sermones no eran excelentes, pero su vida era una predicación constante. Por otra parte, en las confesiones, en las que empleaba la mayor parte del tiempo, exhortaba fervorosamente a la virtud y amor de Dios y disuadía del vicio y de la vanidad del mundo. Según me han contado muchos de sus penitentes, se mostraba particularmente severo con las personas mundanas ... Algunos le tachaban de demasiado ascético, porque sólo hablaba de cosas serias y su rostro tenía algo de duro cuando hablaba, pero quienes le conocían a fondo sabían que era en realidad un vir dolorum y que sufría de dos penosas enfermedades ... La verdadera razón por la que no usaba mejores vestidos ni comía mejor, era porque se sentía indigno de ello ... En todo el tiempo que traté al santo varón, no recuerdo una sola ocasión en la que su conversación no haya versado sobre el servicio de Dios o no haya comenzado o terminado por la mención de ese tema ...

El 7 de abril de 1641, el Parlamento promulgó un decreto por el que desterraba a todos los sacerdotes bajo pena de muerte. El P. Ward se negó a salir de Londres y fue arrestado el 15 de julio del mismo año. Fue transportado a Tyburn en una carreta tirada por cuatro caballos. Tras de afirmar públicamente que la causa única por la que daba su vida era la fe católica, entregó al alcalde cuarenta chelines para que los distribuyese entre los católicos pobres, regaló una corona al verdugo y un florín al encargado de los caballos. Sus últimas palabras fueron: «Jesús, Jesús, Jesús, recibe mi alma». Fue beatificado en 1929.

Challoner narra muy detalladamente la vida de este mártir, en Memoires of Missionary Priests, pp. 382-392. Véase también Douay Diarios, vol. I.

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedido 2832 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el enlace de la página
puedes agregar un comentario
nombre:
email (opt):
comentario:
Ip: 18.191.13.255
Copia este código antispam en el casillero:
© El Testigo Fiel - 2003-2024 - www.eltestigofiel.org - puede reproducirse libremente, mencionando la fuente.
Sitio realizado por Abel Della Costa - Versión de PHP: 7.2.34