Introducción al libro bíblico que en conjunto es el más representativo de la Pascua: la Iglesia que nace en la vida plena de su Señor.
En la manifestación en carne de su Hijo, Dios, la Palabra, despliega todo su decir que hace mundo, su póiesis, una poética de la salvación, presente a cada momento en su Palabra.
En la escena del huerto con María Magdalena el Resucitado no solo se revela ante ella, sino que declara para cada uno de los suyos una nueva relación con el Padre y con él mismo.
Breves notas sobre la pasión de Jesús en el evangelio de San Juan, que puede resumirse en el poema con que J.S.Bach abre su "Johannespassion":
«¡Señor, Señor nuestro!
¡Glorioso en todos los pueblos!
Muéstranos, por tu pasión,
que Tú, Hijo de Dios verdadero,
en todo momento,
hasta en las mayores humillaciones,
has sido glorificado.»
Sillón bíblico para el año nuevo, en que exploramos la bendición ofrecida por Dios a los hombres: su rostro, su paz.
Recorremos el sentido de conjunto de las lecturas de las misas navideñas, para detenernos finalmente en diversos ángulos desde los que se pueden comprender los personajes de los pastores.
A lo largo de este especial de larga duración veremos algunas claves para adentrarnos poéticamente en el prólogo del Evangelio de Juan, Jn 1,1-18, texto cumbre de la revelación bíblica.
Navegamos, pero ¿con qué rumbo? Las lecturas del día de Todos los santos nos muestran el camino (Ev.), la entrada (Apoc) y la meta (1Jn), porque "Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor".
Lo que pudo aparecer como cumplimiento de la ley mosaica se convirtió, en realidad, en el encuentro de Jesús con el pueblo creyente y gozoso...
Ver la historia de esta fiesta en el Santoral de ETF:
Leemos las lecturas de Epifanía, que recuerda la manifestación del Dios oculto en la historia entre los hombres.
El Emmanú-El se ha manifestado entre nosotros, resplandece, e invita a todos los hombres a resplandecer con él como hijos suyos.
Is 60,1-6: La gloria del Señor amanece sobre ti.
Sal 71,1-2.7-8.10-11.12-13: Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Ef 3,2-6: Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos de la promesa.
Mt 2,1-12: Venimos de Oriente a adorar al Rey.
Sillón bíblico sobre las lecturas de Inmaculada Concepción de María
Gn 3,9-15.20: Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer.
Sal 97,1.2-3ab.3c-4: Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Ef 1,3-6.11-12: Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo.
Lc 1,26-38: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
La asunción de la Virgen es el último dogma declarado por la Iglesia, en 1950. Completa con ello el conjunto de los "privilegios de la Virgen", que nos muestran los frutos de la redención ya realizados en ella, y que nos aguardan con certeza a cada uno de nosotros.
Sillón bíblico especial dedicado a la Asunción de la Virgen María.
A pesar de la duración, creo que ha quedado un video muy completo e interesante acerca de un tema poco tratado: la doble genealogía de Jesús.
Con esto cerramos la serie de especiales sobre genealogías y personajes de la Biblia.
La grandiosa escena del juicio final en Mateo completa su meditación sobre la obra buena, que acompañó su evangelio desde el principio.
La parábola de los talentos nos enfrenta a la pregunta no de lo que debemos hacer con los dones del Señor sino de con qué actitud recibirlos.
En el domingo 32 del TO, en todos los ciclos, pero de manera muy especial en este ciclo A, se comienza una pequeña sección de la lectura que culminará en la gran soleminidad de Cristo Rey, una sección caracterizada por la meditación en el futuro absoluto de nuestra vida personal y del propio mundo.
El prólogo al conjunto de la invectiva contra escribas y fariseos del evangelio de San Mateo (todo el cap 23) ocupa los 12 primeros versículos, que son los únicos del conjunto que se leen en la liturgia dominical. Un conjunto fundamental para orientar nuestra Iglesia en la dirección del Dios único, único Padre, único Maestro, único Conductor.
Con la perícopa "Dios y el César" se inicia la serie de tres controversias de tensión creciente con las que San Mateo concluye el gran "encontronazo" de Jesús con los dirigentes judíos, de Dios con su pueblo...
Cuando veamos sin velo la esperanza a la que hemos sido llamados comprenderemos sin tensiones aquello que hoy se nos presenta como una dialéctica difícil de asimilar entre gracia y exigencia divina.
La canción de la viña, texto fundamental en el profetismo y sobre el que Jesús reescribe su parábola de los viñadores homicidas, tiene su centro en la cuestión de los frutos.
San Pablo, preocupado por la realidad práctica de sus comunidades, les (nos) da una clave de la construcción de una comunidad efectivamente cristiana: los sentimientos que experimentamos en Cristo Jesús.
La parábola de los obreros de la viña nos pone ante el difícil problema de compaginar el necesario mérito para organizar nuestras comunidades, con la mirada de Dios, que solo sabe contar un denario para pagar a cada uno.
En la lectura de hoy San Mateo nos presenta una reflexión sobre el perdón que en cierta medida continúa la reflexión sobre la organización de la comunidad de la semana pasada, pero esta vez centrado en la actitud del corazón de los miembros de la comunidad.
La nota fundamental de la Iglesia es la comunión fraterna, sin ella no hay Iglesia, porque es en ella y a través de ella que el Señor, el Emmanú-El, se hace presente entre nosotros. El fragmento del discurso sobre la Iglesiaa que leemos hoy en san Mateo aborda el problema de la ruptura de la comunión, y todo aquello de lo que seremos capaces viviendo esa comunión.
En el evangelio del primer anuncio de pasión Jesús nos presenta de lleno el misterio divino: Jesús no solo va a padecer y resucitar sino que "debe" hacerlo. Ver eso como un accidente es mirada de hombre, verlo en su necesidad divina es la mirada de Dios; la que el mismo Jesús reclama en el seguimiento.
Lecturas comentadas:
Jeremías 20,7-9
Mateo 16,21-27
Exploramos la confesión de Pedro, y cómo podemos hacer nuestra y seguir confesando esa misma confesión.
Continuando con la reflexión del video de hace tres años, "Plan de Dios", exploramos en este cómo se conjugan la inescrutable voluntad de Dios y la apertura a la totalidad de los hombres que parece ser el criterio que debe guiar el conocimiento de esa voluntad.
Exploramos la teofanía a Elías en el Horeb, para buscar en ella el salto de revelación que, como en toda teofanía, se produce.
Leemos el relato de la transfiguración en san Mateo (Mt 17,1-9) en la perspectiva en lo presenta la fiesta de la Transfiguración del 6 de agosto.
El breve texto de Rom 8,28-30 que se lee en este domingo nos enfrenta a una inquietud grande: ¿qué significa la "predestinación" tal como la piensa y presenta San Pablo?
La muy breve segunda lectura de hoy, de apenas dos versículos, llega al corazón de la misión cristiana y el sentido de la salvación.
El segundo fragmento del capítulo 8 de Romanos que leemos en esta secuencia de domingos nos pone ante el proyecto total de Dios de llevar su salvación a cada rincón de la realidad, a la creación entera.
En el domingo XIV del Tiempo Ordinario (A) comenzamos la lectura del fundamental capítulo 8 de Carta a los Romanos, del que se leerán varios fragmentos a lo largo de los siguientes. En este capítulo Pablo llega al núcleo de la nueva vida del espíritu del hombre inhabitado por el Espíritu de Dios.
Continuamos el trabajo iniciado en el video anterior, mostrando ahora el concepto del pecado original desde la perspectiva de la asimetría entre el pecado y la gracia, la sobreabundancia.
En dos videos, este y el próximo, abordamos los puntos centrales de la poblemática de Romanos 5 (2ª lectura del domingo anterior y este), centrales en nuestra fe.
La frase de san Agustín que da título a este video podría ser perfecta ilustración del sentido de este evangelio, encabezado del discurso apostólico que ocupa el cap 10 de san Mateo.
El maná es uno de las figuras fundamentales de la Eucaristía en la Biblia, pero ¿qué cuenta la Biblia sobre el maná?
En Exodo 34 el Dios que había prometido ir revelando su ser (Ex 3) da un primer salto en la revelación, y muestra su rostro, hecho de misericordia, clemencia, amor y fidelidad.
En este quinto video de Pentecostés realizamos una lectura detallada de la escena nuclear de Hechos 2,1-13, la irrupción del Espíritu sobre la Iglesia, familia de Dios.
En el día de la Ascensión, la Carta a los Efesios explora en la nueva condición del creyente a partir de la elevación de Cristo desde el lugar de los muertos al trono de Dios Padre.
En este domingo VI de Pascua podemos (así lo indica la liturgia) leer las lecturas del perdido domingo VII, es decir, Juan 17, que en el caso del ciclo A es Jn 17,1-11a
Junto con la creatividad de la Iglesia inicial para resolver los escollos a la comunión que se le van presentando, aparece la reflexión que la Iglesia hace sobre su relación con Jesús y el vocabulario nuevo que tiene que encontrar para expresarla.
En este cuarto domingo de Pascua del ciclo A Jesús nos propone una imagen muy compleja (la parábola o mashal del rebaño, el pastor, el aprisco...) y de ellas destaca una imagen inesperada: la puerta.
En el relato de Emaús se nos revela el método para que mirar la cruz sea algo verdaderamente provechoso, para que al mirar la cruz podamos señalar en ella no el fracaso de Jesús sino el triunfo de Dios.
Con la lectura del relato de Jn 11 (la resurrección de Lázaro) llegamos a la tercera de las "estaciones mistagógicas" que nos propone la Cuaresma. Luego del agua y la luz, exploramos la vida como lugar en el que se revela el misterio de Dios y la vida verdadera que él nos ofrece.
En la segunda etapa del camino de penetración en el misterio pascual de la mano de los grandes símbolos del evangelio, llegamos hoy al signo de la luz: luz que recibimos pero que va calando en nosotros de manera paulatina, manifestando cada vez más a Jesús y al proyecto de Dios de hacer presente su Gloria entre nosotros.
El agua es la protagonista fundamental de este tercer domingo de Cuaresma, y también lo es de este bello relato, en donde se nos presenta de diversas maneras, simepre como símbolo del don de Dios.
¿Como contempló Jesús su propia glorificación futura? ¿cómo se anotició de su destino?
Las tentaciones de Jesús, ¿se trata de una escena dirigida a todos, para imitar, o por el contrario nos habla de lo especial que es el mesianismo de Jesús? Veremos que no son excluyentes: estas tentaciones, que Jesús atravesó de una manera única y en total soledad, son también un gran reclamo lanzado a cada hombre y a toda la Iglesia.
Pequeña introducción general a la estructura y el modo de expresarse del sermón del monte de Mateo 5-7
La perícopa que leemos hoy es de las más conocidas del evangelio de San Mateo: vosotros sois la sal y la luz... conocida sí, ¿pero es tan obvia como parece?
En este cuarto domingo del TO - ciclo A leemos el pórtico al Sermón del Monte: las Bienaventuranzas, todo un proyecto de autoconocimiento y acción transformadora, para todos los hombres, y de manera especial para los que queremos seguir a Jesús como discípulos.
En el evangelio de hoy tendremos oportunidad de acercarnos al modo, sutil y creativo, como lee san Mateo el AT y llega a develar el sentido profundo de algunas palabras bíblicas enigmáticas.
A través del testimonio del Bautista con el que se abre el evangelio de Juan, exploramos las distintas dimensiones de la cristología que nos propone el inicio del tiempo ordinario.
Nos centramos en la anunciación a José, en dos líneas: la justicia de José, y la herencia davídica de Jesús, ¿en qué sentido él completa (cumple) la profecía isaiana?
En este domingo de "Gaudete" (alegraos, exploramos poéticamente la primera lectura, el canto de Isaías 35, que tiene como elemento central la cuestión de la salvación.
EL segundo domingo de adviento nos presenta una imagen muy contrastante: el profeta escatológico Juan el Bautista, blandiendo la amenaza del fuego, y el poema de Isaías presentando el misterio de la "fuerza-débil" del Ungido del Señor.
El nuevo año litúrgico A se abre con un poema grandioso: la visión de Isaías de la paz de las naciones confluyendo en el monte Sión. El análisis del texto nos irá mostrando algunos detalles del mensaje isaiano.
En las lecturas del Tercer Domingo de Cuaresma comienza la meditación que a lo largo de tres domingos presentará distintos aspectos de la salvación, y hoy lo hace en el contraste entre al obra religiosa humana ("este templo") y el llamado de Dios a dejarse construir por Él.
Las lecturas de Cristo Rey en el ciclo A nos presentan el fascinante evangelio del juicio final (Mt 25,31-46), en el que los creyentes somos invitados a repensar nuestro lugar como creyentes en un mundo que será juzgado no por su teología sino por la capacidad de llevar amor concreto a los lugares de dolor de nuestro mundo.
En la parábola de los talentos se nos pide totalizar nuestra vida como una respuesta productiva a los dones que el Señor, de distintas maneras, está poniendo en nuestras manos.
Leer sobre esta misma parábola
La parábola de las diez vírgenes (Mt 25,1-13) tiene varias dimensiones de lectura; la liturgia acentúa la disposición del cristiano a aprender a esperar.
En la disputa conocida como "El mandamiento principal" se expresa uno de los hitos en el desarrollo de la centralidad del amor en nuestra fe. San Mateo nos aporta su mirada: el amor es el criterio de comprensión de la revelación, de él "pende" toda la ley y los profetas.
La primera lectura a su vez impide descarnar el amor y convertirlo en una bonita teoría teológica sin carne ni sustancia.
La perícopa de Dios y el César ha recibido distintas lecturas a lo largo de la historia, mayormente en el círculo de la problemática religión/estado, ¿pero es ese el acento del texto?
Domingo XXVIII del TO:
En la tercera parábola de juicio que san Mateo inserta en el gran juicio a Jerusalén, ha recogido dos parábolas en cierta medida independientes, una que explica el sentido de la historia de las promesas, otra que contiene una gran exigencia hacia nosotros, los invitados por gracia recogidos en los confines de los caminos.
La parábola de los viñadores homicidas se encuentra en el centro de la segunda jornada de Jesús en Jerusalén, como parte del gran "ajuste de cuentas" de Dios con su pueblo, pueblo del privilegio de las promesas y de la exigencia de frutos.
La carta a los Filipenses, cuya sección principal 2,1-11 leemos en este domingo, nos exhorta a custodiar el valor de la unidad en la Iglesia, y da algunas pistas para vivir esa unidad no desde la uniformidad sino desde la generosidad y el despojamiento de sí, a ejemplo de Cristo que "se vació a sí mismo".
En la parábola de los obreros de la hora undécima Jesús nos plantea un escenario que puede ser muy actual en nuestras propias comunidades: ver nacer formas de ser cristiano que ya no responden a lo que nosotros aprendimos y creíamos que era para siempre, ¿reaccionaremos con "ojo malo"? ¿o comprenderemos que el Señor ejerce su bondad de maneras nuevas e inesperadas?
En el domingo XXIV del TO del ciclo A Jesús nos propone la clave de la vida cristiana: una vida destinada a llevar perdón allí donde el hombre natural pone violencia y venganza. Una vida nueva que comienza con el perdón gratuito recibido de Dios, que se traslada a cada uno de los que rodean al creyente, de modo de hacer realidad el crecimiento del Reinano de Dios entre nosotros.
Lectura: Mt 18,21-35
Complementarias: Gn 4,23-24 y 2Cor 5,17-19
El evangelio de este domingo tiene algo de contradictorio con lo que esperamos de Jesús; sin embargo ahondando en él descubrimos qué larga es la mano tendida del perdón que vino a traer.
En el evangelio del primer anuncio de pasión Jesús nos presenta de lleno el misterio divino: Jesús no solo va a padecer y resucitar sino que "debe" hacerlo. Ver eso como un accidente es mirada de hombre, verlo en su necesidad divina es la mirada de Dios; la que el mismo Jesús reclama en el seguimiento.
Lecturas comentadas:
Jeremías 20,7-9
Mateo 16,21-27
En el domingo XXI del tiempo ordinario, en el ciclo A, leemos un texto exclusivo del evangelio según San Mateo, la donación del primado a Pedro, en el que se entretejen motivos venidos de distintos momentos del propio evangelio, para brindarnos la potente imagen de una puerta divina que no se cierra.
Ev: Mt 16,13-20
A través de uno de sus mejores narraciones, san Mateo nos lleva a reflexionar sobre un Dios que, como lo revela Jesús, es sensible a los caminos, marchas y contramarchas del hombre. Un "plan de Dios" que no obra abstractamente sino que cuenta con cada uno de nosotros.
Lecturas: Mt 15,21-28 (la mujer cananea), e Is 56,1.6-7, Sal 66 y Rm 11,13-15.29-32
En el corazón del evangelio de San Mateo Jesús quiere revelarse a los suyos, a nosotros, de una manera total.
Lecturas: 1R 19,9a.11-13a; Mt 14,22-23
Lectura complementaria: Is 43,1-11
En medio del tiempo ordinario se nos da a conocer lo profundo del plan de Dios: darse sobreabundantemente para que aprendamos a darnos sobreabundantemente. Leemos el relato de la primera multiplicación de los panes de San Mateo, apoyada en la invitación al Banquete eterno de Is 55.
Is 55,1-3
Mt 14,13-21
En el tercer momento del discurso parabólico vemos las múltiples caras del Reino, su presencia valiosa entre nosotros, pero también su trascendencia, y sobre todo que en él se realiza el proyecto más valioso de Dios para nosotros, su perla más preciada.
Lecturas: 1R 3,5.7-12 (Pediste discernimiento) y Mt 13,44-52 (Vende todo lo que tienes y compra el campo)
Leemos hoy acerca del misterio oculto en la Iglesia: el misterio del Reino de Dios que él hace crecer en medio de nosotros. Ayudados por la primera lectura desciframos ese misterio en el cuidado y la misericordia con los que Dios se dirige a sus criaturas.
Sb 12,13.16-19: En el pecado das lugar al arrepentimiento.
Sal 85,5-6.9-10.15-16a: Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Mt 13,24-43: Dejadlos crecer juntos hasta la siega.
Aproximación a algunos matices de la parábola del sembrador, tal como la presenta la liturgia de hoy, unida a Is 55,10-11
En el domingo XIV del tiempo ordinario la liturgia nos propone una oración de Jesús que es a la vez un camino, recorrido por él mismo, y que nosotros quedamos invitados a recorrer.
Evangelio: Mateo 11,25-30
Leemos hoy el final del discurso misionero, en el que se funden dos perspectivas: la de la radicalidad del seguimiento, con el efecto de ese seguimiento, que es fundir a cada discípulo con el propio Jesús.
En el breve evangelio de hoy Jesús nos advierte de conflictos en nuestro entorno a causa de la fe, pero, ¿a manos de quiénes?
Lecturas de Jr 20,10-13 y Mt 10,26-33.
Tratamos de comprender el pensamiento que anima al conjunto de las lecturas de Corpus, en los tres ciclos, para centrarnos luego en el realismo de la carne de Cristo expresado en el ciclo A.
Lecturas:
Dt 8,2-3.14b-16a: Te alimentó con el maná que tú no conocías ni conocieron tus padres.
Sal 147,12-13.14-15.19-20: Glorifica al Señor, Jerusalén.
1Co 10,16-17: El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo.
Jn 6,51-58: Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
Vert también el video del año anterior: Presencial real, misterio prandial
En el domingo de la Trinidad reflexionamos sobre el fondo de3l misterio, que habla no de complicadas afirmaciones lógicas sino de lo más "absurdo" de todo: que un Dios que no necesita de nada, sale de sí para ser donación de sí mismo (y enseñarnos a serlo nosotros mismos).
En el día de Pentecostés meditamos sobre dos aspectos del misterio del Espíritu expresado en las lecturas: el Espíritu como don para todos los miembros de la Iglesia, y la obra de reconciliación como primera y principal obra de ese don.
Puede complementarse la lectura con mi artículo «Recibid el Espíritu Santo»
Las lecturas de hoy nos ponen en tensión entre el tema teológico de la ascensión de Jesús a los cielos (Hechos), y la presencia permanente de Él en su Iglesia (Mateo). Esa presencia - Emmanú-El (con nosotros, Dios) - domina toda la acción y la vida de los cristianos... hasta el fin de este tiempo.
Exploramos el sentido de la palabra "paráclito" en los escritos joánicos, su primera aplicación al propio Jesús, en 1Juan, y su aplicación al Espíritu Santo en el discurso de despedida de Jesús.
El cuadro que acompaña este sillón es de Fray Gabriel Chávez de la Mora, y expresa muy bien la identificación del Paráclico con la presencia de Jesús entre nosotros.
Comentario a las lecturas del quinto domingo de Pascua, ciclo A, y en especial a Jn 14,1-12.
Leemos en el IV domingo del tiempo pascual un fragmento del capítulo 10 del Ev. de Juan. capítulo dedicado al buen pastor, una imagen compleja que nos lleva al corazón de la vida de la Iglesia, en la que la centralidad de Jesús no puede quedar nunca oculta tras ningún ministerio ni estructura.
¡Permiso, Gardel! Solo aceptando que se nos "cierren los ojos" podemos aspirar a que nuevamente sean abiertos, en una plenitud de visión que no pertenece ya a la experiencia corriente, sino a la experiencia de estar con el Resucitado, de aprender su lectura de la Palabra, y partir con él el Pan.
En este 63º sillón bíblico, correspondiente al domingo II de Pascua, hablamos de algunos aspectos del concepto mismo de resurrección.
Hay sin embargo antes una pequeña introducción al carácter "ideal" de la comunidad cristiana tal como la plantea Hechos de los Apóstoles y leemos en la primera lectura de este domingo.
Primera parte (la comunidad): hasta 6:48
Resurrección: desde 6:48
En el final pido por la salud de un amigo de este sillón y compañero diario del grupo de oración de ETF. Lamentablemente mientras yo grababa el sillón no sabía que acababa de fallecer. No he querido quitar ese pequeño homenaje final a Francisco, in memoriam.
Tratamos dos aspectos de las lecturas de estos días:
La primera parte (hasta min 13) trata del evangelio de Ramos, la entrada mesiánica en Jerusalén, comentando el trasfondo escriturístico de la cita de Za 9,9.
La segunda parte (desde min 13 hasta el final) trata de los cuatro cánticos del Siervo. Sobre ellos también puede leerse en ETF:
El texto de la resurrección de Lázaro mira hacia atrás y hacia adelante: hacia atrás, concluye portentosamente la serie de signos que manifiestan el verdadero ser de Jesús; a la vez, como ningún otro, es el signo que lleva a Jesús a su muerte, es decir a que esa muerte dé lugar a la glorificación.
En él, a la vez, Juan ha puesto una de las más bellas expresiones de la auténtica humanidad de Jesús.
Si en el relato de la Samaritana nos presentaba la fe gozosa y explosivamente, ¡agua para todos!, en el relato del ciego de nacimiento el evangelio de Juan disecciona el proceso de la fe, la gradualidad de una fe que no llega a reconocer al Señor desde el primer momento, aunque ya ese primer instante sea un ponerse en camino hacia Él.
El relato de la samaritana es uno de los más bellos y profundos del evangelio de Juan. Unas pinceladas para una lectura enriquecedora: Jesús que dialoga, el personaje de la samaritana y los cuatro niveles de agua que nos llevan de manera casi inmediata a meditar acerca del modo en que, a lo largo de nuestra vida de fe, nos apropiamos del bautismo.
El relato de la transfiguración es polifacético, muy rico en significados y en perspectivas, ¿cuál de esas perspectivas se acentúa en la lectura que hacemos el segundo domingo de Cuaresma?
Esta es una sinopsis de los tres relatos para poder comparar.
Estas son las lecturas de hoy:
Gn 12,1-4a: Vocación de Abrahán, padre del pueblo de Dios.
Sal 32,4-5.18-19.20.22: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
2Tm 1,8b-10: Dios nos llama y nos ilumina.
Mt 17,1-9: Su rostro resplandecía como el sol.
En el domingo I de Cuaresma la reflexión se centra en esta realidad que nos rodea y nos invade: el pecado.
Con la 1ª lectura nos preguntamos qué será eso del pecado, con la 2ª aprendemos a anoticiarnos de él, ¡precisamente cuando somos curados!
Finalmente en el evangelio aprendemos a luchar... y vencer.
Gn 2,7-9; 3,1-7: Creación y pecado de los primeros padres.
Sal 50,3-4.5-6a.12-13.14.17: Misericordia, Señor, hemos pecado.
Rm 5,12-19: Si creció el pecado, más abundante fue la gracia.
Mt 4,1-11: Jesús ayuna durante cuarenta días y es tentado.
¿Qué tiene de distinto ser cristiano en la "oferta " mundial de religiones y creencias?
Jesús nos lo responde: nos propone ser verdaderamente como Dios, que hace salir su sol sobre buenos y malos, sobre justos e injustos.
Lecturas del VII domingo del Tiempo Ordinario, en el ciclo A:
Lv 19,1-2.17-18: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Sal 102,1-2.3-4.8.10.12-13: El Señor es compasivo y misericordioso.
1Co 3,16-23: Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
Mt 5,38-48: Amad a vuestros enemigos.
Evangelio inquietante, donde Jesús parece borrar de un golpe la superación de la ley tan trabajosa y equilibradamente trazada en el resto del Nuevo Testamento, pero ¿es realmente así, tan contradictorio con lo demás?
Si 15,16-21: No mandó pecar al hombre.
Sal 118,1-2.4-5.17-18.33-34: Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
1Co 2,6-10: Dios predestinó la sabiduría antes de los siglos para nuestra gloria.
Mt 5,17-37: Se dijo a los antiguos, pero yo os digo.
El domingo 5 del ciclo A continúa en la brecha abierta por las Bienaventuranzas, que se han leído en el domingo 4. En aquellas se nos exhortaba a moldearnos en Jesús, en este domingo se aplica eso al obrar concreto, y cómo ese "simple" obrar humano se transforma en luz del mundo y sal de la tierra.
Is 58,7-10: Romperá tu luz como la aurora.
Sal 111,4-5.6-7.8a.9: El justo brilla en las tinieblas como una luz.
1Co 2,1-5: Os anuncié el misterio de Cristo crucificado.
Mt 5,13-16: Vosotros sois la luz del mundo.
En el III Domingo del Tiempo Ordinario, en el que a partir de este año conmemoramos la Palabra de Dios, comenzamos la lectura semicontinua del evangelio según San Mateo. En el vídeo una pequeña introducción a los rasgos más característico de este "escriba cristiano".
Is 8,23b-9,3: En la Galilea de los gentiles, el pueblo vio una luz grande.
Sal 26,1.4.13-14: El Señor es mi luz y mi salvación.
1Co 1,10-13.17: Poneos de acuerdo y no andéis divididos.
Mt 4,12-23: Se estableció en Cafarnaún. Así se cumplió lo que había dicho Isaías.
Comenzando el tiempo ordinario, Cristo se revela a los suyos, a nosotros, en toda su profundidad, a través de las palabras del Bautista: "Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo". ¿Qué significa ese título? ¿qué implicaciones tiene?
Bautismo del Señor, ciclo A.
La escena fundamental del bautismo del Señor ha servido a cada uno de los evangelios para elaborar una rica y muy propia reflexión. San Mateo nos muestra al Señor como ejemplo a seguir por cada uno de nosotros al mostrarlo dispuesto a cumplir todo justicia ante el Padre.
Is 42,1-4.6-7: Mirad a mi siervo, a quien prefiero.
Sal 28,1a.2.3ac-4.3b.9b-10: El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Hch 10, 34-38: Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo.
Mt 3,13-17: Apenas se bautizó Jesús, salió del agua y vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él.
«Familia de Nazaret,
familia pobre y sencilla,
donde Dios vino a nacer
y a compartir nuestra vida»
Estas simples palabras de un villancico popular son el mejor resumen de lo que significa la Sagrada Familia en el plan encarnatorio de nuestro Dios.
Domingo IV de Adviento, ciclo A:
Las dos escenas de anunciación vienen a decirnos algo fundamental: Jesús no es un hombre que ha sido asumido por Dios para traernos su mensaje, ni es un "semidiós" hijo de una unión entre un Dios y una humana, sino que ha sido generado por la potencia creadora de Dios en el vientre virginal de María.
En las lecturas de este tercer domingo de Adviento Jesús mismo nos invita a buscarlo en signos. No se impone a nosotros ni nos atropella, pero a aquel que entiende su invitación lo lleva a una nueva realidad, que ya no pertenece a los códigos de este mundo, ni a la búsqueda religiosa realizada a tientas.
Inicio del año litúrgico 2019-2020, y el mensaje central de este inicio es: espera en el Señor, manténte en vela, Él irrumpe en tu vida, en nuestra vida, cuando menos te lo esperas.
Introducción al conjunto de Carta a los Hebreos, de la cual comenzamos hoy a leer un fragmento como segunda lectura.
Tanto la lectura de Santiago de la semana anterior como esta, la última de la serie, nos presentan con mucha claridad cuestiones vitales para la fe, que "aterrizan" la exigencia práctica y nos previenen de creernos, frente a Dios, dueños de nada.
Santiago nos pone de lleno ante la problemática de las obras que expresan la salvación recibida en la fe.
Santiago con la perícopa de hoy se sitúa en el corazón de la fe bíblica, que nos presenta un Dios defensa y escudo del pobre, que se hace a sí mismo pobre y la pobreza misma, para enriquecernos.
Comienza hoy la lectura de Carta de Santiago, que nos acompañará durante cinco domingos. Una pequeña introducción a este poco conocido libro bíblico.
Finalizando la presentación de Carta a os Efesios, el autor nos presenta cómo el nuevo principio del amor derramado desde Cristo y el dejarse llenar por el Espíritu pueden llenar de nuevo contenido unas relaciones familiares ya reconocidas y consagradas.
Abrimos ya la sección "práctica" de la Carta a los Efesios, su final, en el que nos da distintas perspectivas de cómo llevar adelante la vida cristiana. Aquí comienza con su base: la oración cotidiana.
En el fragmento de Carta a los Efesios de hoy el predicador nos sienta a mirar nuestro camino desde dos ángulos: desde la violencia que tan cotidianamente enarbolamos los hombres y desde la paciencia que despliega Dios con su mundo, y nos invita a escoger el camino mejor.
El fragmento de Carta a los Efesios de hoy nos permite ver mejor el camino que está trazando la carta para hacernos saber la propuesta de Dios para la vida de este mundo, y para la vida de cada uno de nosotros, que no se realizará sin el compromiso personal y poniendo en juego la libertad de cada uno.
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Antes de plantearnos su modelo de nueva comunidad de Dios, el autor evoca la figura de Pablo, prisionero: es que lo que Dios pide no sigue los moldes del mundo; de hecho el mundo persigue y acalla esa paz auténtica a la que Dios nos llama en la construcción de su Iglesia.
Continuando con la lectura de Carta a los Efesios, vemos hoy cuál es el objetivo del "plan" de Dios, que al mismo tiempo ilumina el sentido de ese largo desvío para crearse un pueblo particular, cuyo cerco romperá en Cristo, haciendo que la misma fe sea accesible a todos los hombres.
En las segunda lectura de hoy, con la que comenzamos Carta a los Efesios, se medita de una manera especial en el "plan" de Dios que se nos revela en la propia persona de Cristo: es el misterio que la carta llama la "anakefalaiosis", recapitulación de todas las cosas en Cristo.
El video ha sido extraído del de hace tres años, para presentar esta carta deuteropaulina con la que seguiremos trabajando en los próximos domingos.
"Te basta mi gracia: mi fuerza se realiza en la debilidad", este mensaje de Cristo a Pablo es también un mensaje de Cristo a su Iglesia, para que reencontremos el camino de la lógica de la fe y no nos dejemos llevar por la lógica del poder, la fuerza y la eficacia.
Jesús realiza el deseo de curación de la hemorroísa, pero la lleva también a un nuevo nivel de comprensión religiosa.
¿Cuál es la voluntad de Dios? ¿cómo me anoticio de si estamos o no en camino de esa voluntad? ¿cómo afectan las turbulencias de la historia a la percepción de esa voluntad de Dios? Con la escena de la tempestad calmada Marcos ha compuesto un magnífico friso en diálogo con la figura del profeta Jonás.
En este domingo se nos da la clave de toda nuestra fe y también de toda nuestra Iglesia: Dios es amor, que marca la pauta no sólo de lo que debemos obrar, sino también de lo que debemos ser.
El domingo V de Pascua abre una nueva perspectiva de meditación que finalmente desembocará en Pentecostés: la vida de Jesús se derrama sobre los suyos. Jun 15 nos plantea una imagen fundamental y original para pensar esta iglesia de discípulos del Resucitado.
Una introducción a la meditación teológica de la escuela Joánica que nos orienta en la recta comprensión del evangelio
El evangelio de hoy entrelaza tres realidades que convergen en la verdad de quién es Jesús.
¿Qué es lo que Dios nos ofrece cuando habla de "salvación"? Las lecturas de este 5º domingo en el ciclo B completan una profunda meditación que ha hecho para nosotros la liturgia cuaresmal.
Domingo de "laetare", ¡alegraos!... sin embargo las lecturas no comienzan con nada ni parecido a la alegría, ¿cómo hacerle justicia a todo el conjunto de lecturas de hoy? a las que anuncian la gracia y la salvación (2ª y evangelio) tanto como a las que nos hablan del fracaso humano (1ª y salmo).
En el evangelio de este domingo el Evangelio de Juan no interpreta la humanidad de Jesús como plenitud y punto de fuga de la presencia de Dios entre los hombres.
En el segundo domingo de Cuaresma en el ciclo B nos centramos en un aspecto importante del evangelio, apoyado también por la primera lectura: Si Dios me da un anticipo de la gloria, ¿puedo quedarme a gozarme en ella?
Domingo 1º de Cuaresma: Domingo de las tentaciones… no leemos un relato de tentaciones de Jesús, sino la presentación original y profunda que san Marcos hace del mesianismo de Jesús, probado en todo como nosotros, menos en el pecado.
En el domingo 6 TO, con la purificación del leproso, tenemos la ocasión de asomarnos al proyecto religioso de Jesús: romper con el modelo mental de una religión de exclusión, puramente humana.
En el domingo 5 TO del ciclo B la liturgia nos propone dar una mirada a esa zona del hombre que no queremos ver, esa debilidad de nuestro ser que nos acompaña, y que Jesús puede sacar a la luz y sanar. ¿Pero sanar para qué?
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Jesús es reconocido por la gente en la sinagoga de Nazaret como alguien portador de un don especial, el profeta esperado del que habla la primera lectura, tomada de Dt 18. En este especial nos adentramos en el significado bíblico de la profecía y su relación con otras formas de videncia.
En el domingo III del TO, Domingo de la Palabra de Dios, un nuevo especial de San Marcos complementa los aspectos y rasgos tratados en el especial anterior: https://youtu.be/0V9AUNlyfbc Aunque también puede verse de manera independiente a aquel otro.
En el domingo II del TO, como continuando aun la epifanía del Señor, contemplamos, como discípulos, esa gloria que el Señor quiere y prepara para el mundo que él ha creado.
En el Domingo IV se nos muestra cómo cumple Dios en Jesús las promesas mesiánicas, pero ese cumplimiento siempre entraña un momento de sorpresa, de cumplimiento inesperado.
El Mesías viene y trae algo nuevo, ¿qué es eso nuevo? ¿es el fin y la consumación? Acaso un nuevo modo de moverse, entender y experimentar el tiempo en el que estamos inmersos.
El segundo domingo de Adviento reflexiona sobre la figura de Juan el Bautista, y a través del poema inicial de Is 40 nos ayuda a ver las mediaciones que nos acercan la Buena Noticia de la salvación.
Comenzamos un nuevo año litúrgico, de ciclo B, con su centro en el evangelio de Marcos. En el primer domingo de Adviento nos centramos en la espera del Dueño de casa, y sobre todo en su especial relación con los que habitamos esta casa, este mundo, esta iglesia, esta persona que somos cada uno.
Las lecturas de Cristo Rey del ciclo B tienen su centro en el fragmento de Juan del diálogo de Jesús con Pilato: Jn 18,33-38, en el que Jesús clarifica primero de manera negativa (mi reino no es de este mundo) y luego de manera positiva (mi reino es testimonio de la verdad), el sentido del no-poder desde el que Dios desea gobernar su mundo, y al que nos invita a sumarnos.
El video comienza con una explicación sobre ETF y empieza propiamente el tema en 5:47
En la última lectura de Marcos de los domingos de este año litúrgico abordamos la cuestión de la expectativa de consumación, y cómo San Marcos nos ayuda a releer los símbolos tan cruentos de la expectativa apocalíptica humana.
En el elogio de la viuda, tanto como en el juicio a la impostura de los escribas, Jesús se muestra soberano y anuncia de parte de Dios que Dios está observando la vida de los hombres y aprecia la confianza y la entrega de aquel que nada tiene para dar más que su propia vida.
Este episodio está presente tanto en Marcos como en Lateo y Lucas. Podemos ver con cierta sencillez el propósito de Mateo y Lucas al evocarlo, pero ¿qué busca Marcos?
En un atípico relato de milagro, san Marcos pone ante nosotros, de la mano de Bartimeo, las condiciones de la fe.
"Como el hijo del hombre, que no vino a ser servido sino a servir, y a dar su vida en rescate por muchos"... ¿qué relación tienen el rescate y el servicio? Jesús establece esta nueva ley de vida para los suyos, para nosotros.
En el evangelio de este domingo se contempla desde distintos ángulos la problemática de la retribución, que afecta a todos los ámbitos de la vida.
Jesús rehúsa el tipo de debate que le ofrecen, puramente casuístico, y en su lugar pone un nuevo fundamento, verdaderamente espiritual y divino, al matrimonio.
El evangelio de este domingo sienta un principio general que aleja la fe en Jesús de cualquier ideología: "el que no está contra nosotros, está con nosotros"; pero además nos enseña cómo podemos construir genuinamente ese "nosotros", a través de la vigilancia sobre la propia fe, y no sobre la de los demás.
La liturgia de hoy ha reunido dos perícopas: un anuncio de pasión, y un dicho de Jesús acerca de los niños, que es toda una revelación de la intimidad de Dios.
Ev: Mc 9,30-37
La escena de Cesarea de Filipo es importante en varios niveles: por un lado marca el comienzo de la segunda parte del evangelio, donde el destino de cruz de Jesús se hace explícito, por el otro aclara qué quiere Jesús que entendamos por "el Cristo". No basta aclamarlo como el Cristo, también hay que saber ponerse tras él y asumir su destino.
La curación del sordomudo tal como la cuenta san Marcos está enmarcada en una serie de símbolos geográficos que se nos pueden escapar si lo leemos como un simple acontecimiento de la vida de Jesús. A través de este relato san Marcos nos anuncia la novedad del encuentro de Dios, en Jesús, con la humanidad doliente.
En la sección de Mc 7 que leemos este domingo Jesús nos propone la religión del Reino, la que se desenvuelve según las intenciones de Dios, y no según los planes demasiado humanos de los dirigentes religiosos de Israel.
A Jesús no le vale una fe "en automático", quiere creyentes que hayan decidido entregar su vida, y él mismo nos empuja a hacerlo.
En el final del discurso del Pan de vida se produce un giro inesperado: la dimensión sapiencial que dominaba todo el discurso se vuelve sacramental. La palabra de Jesús recapitula el sentido de toda religiosidad humana, y a la vez la supera en una nueva forma de ofrecer el encuentro de Dios con el hombre.
Lecturas:
Pr 9,1-6: Comed de mi pan y bebed el vino que he mezclado.
Sal 33,2-3.10-11.12-13.14-15: Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Ef 5,15-20: Daos cuenta de lo que el Señor quiere.
Jn 6,51-58: Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
En la sección 6,41-51 del "Discurso del Pan de vida" asistimos a "variaciones sobre el tema del pan" en medio de las murmuraciones y la desconfianza de los hombres.
Hoy leemos la primera sección del discurso del Pan de Vida, luego del don de la multiplicación de los panes. Esta primera sección muestra las expectativas encontradas y en choque entre la multitud y Jesús, que es también la expectativa cruzada entre la religiosidad natural y la propuesta de Dios.
La multiplicación de los panes contada por el evangelio de Juan abre unas semanas de intensa meditación eucarística
El fragmento de Marcos leído en este domingo lleva hacia una reflexión sobre la realidad pastoral de la Iglesia: ovejas todos de un único pastor, pastores todos del mismo rebaño.
En las lecturas de hoy Jesús envía a los suyos -¡nos envía!- a instaurar con premura su Reino, no como "profesionales de la fe" sino como portavoces entusiastas de su palabra.
Y su palabra no es otra que el misterioso "plan" que se nos revela en la propia persona de Cristo: la "anakefalaiosis" (entra al video si quieres saber lo que esto significa).
Luego de su amplia predicación y curaciones por Galilea y la Decápolis Jesús regresa a su patria, es decir, a los suyos, a aquellos en los que normalmente descansamos y nos distendemos; pero lejos de ello, la vuelta se convierte en un fracaso que preludia la cruz.
En la compleja escena del doble milagro de Jesús, la resurrección de la hija de Jairo y la curación de la hemorroísa, se confronta el poder de Jesús con dos extremos de la vida religiosa: el presidente de la sinagoga y una mujer excluida del sistema religioso de Israel. En los dos casos Jesús los lleva desde sus necesidades y su modo de ver el mundo al modo de ver de Jesús: la fe.
La escena de la tempestad en el lago ha llevado a san Marcos a una meditación muy personal y profunda sobre el misterio del discipulado: acompañar a Jesús por completo, radicalmente, incluso cuando duerme.
Retomando las lecturas del Tiempo Ordinario lo hacemos por una parábola que es también uno de los textos que exclusivamente recoge san Marcos: la semilla que crece por sí sola, y que nos ayuda a reflexionar sobre la distancia entre nuestros planes humanos y el obrar de Dios.
Artículo complementario: «Aprendices de profetas»
En el ciclo B las lecturas nos enfrentan, por medio de la repetida mención de la sangre, a la paradoja de la ritualidad eucarística, sacrificio único, y que sin embargo debe ser continuamente reactualizado.
En el domingo de la Santísima Trinidad del ciclo B la lectura del Deuteronomio nos invita a considerar la unidad de Dios, no como una afirmación abstracta y racional sino como signo distintivo del Dios que se pone al frente de su pueblo para transformar lo que nos rodea e invitarnos a una transformación.
Al hilo de las explicaciones de las lecturas ya trabajadas en años anteriores, me centro hoy en la cuestión de la presencia total y permanente del Espíritu, y en la diferencia entre el Espíritu como "pará-clito" y como "abogado".
Al hilo de la cuestión del lenguaje poético explico un tipo de símbolo poético-teológico muy presente en la Biblia: el "teologúmeno", es decir, la presentación historizada de una verdad teológica, con especial atención al teologúmeno de la ascensión.
Este extenso sillón se divide en dos partes: una introducción muy general al lenguaje poético, y una segunda parte con una explicación de la estructura poética y los recursos utilizados en Jn 15,1-17, evangelio que leemos entre el domingo pasado y este.
En este 5º domingo de Pascua en el ciclo B el evangelio nos lleva al 'mashal' de la vid, una imagen muy querida por la predicación de los profetas, pero que el evangelio de Juan aplica de una manera novedosa al propio Jesús.
En este domingo del buen pastor reflexionamos sobre lo que Jesús propone como pastoreo: autoentrega y búsqueda de la unidad, que son las dos manifestaciones, en el propio Jesús, y que deben serlo en cada uno de sus seguidores, del amor de Dios.
¿Por qué era "necesario" que el Mesías padeciera para entrar en su gloria?
Recorremos hoy un concepto lógico y uno "mistérico" de la necesidad divina de la cruz.
Exploramos en los tres momentos de la narratividad de la resurrección en el NT: el anuncio, la constatación de la tumba vacía, y las apariciones del Resucitado (con su posterior elaboración del mandato misional).
Este video complementa los ya subidos:
Sobre Jn 20,19-31 (2019)
Sobre la resurrección como hecho (2020)
En una semana riquísima en lecturas nos acercamos a la lectura de la Pasión según san Marcos (Domingo de Ramos, ciclo B) para preguntarnos cuál es el sentido de conjunto de la narración y descubrir algunas de sus claves.
Las lecturas de hoy completan la mirada de estos tres últimos domingos acerca de la salvación. Nos muestran la salvación como un camino de obediencia... no cualquier obediencia, sino la del propio Jesús, puesto bajo escucha de un padre que lo escucha.
El cuarto domingo de Cuaresma, en el ciclo B nos lleva a una mirada directa al fracaso de la primera alianza: al obrar del hombre, a nuestro obrar, y a darnos cuenta que midiendo desde nuestro obrar no hay salvación.
Sin embargo no se detiene en esa constatación, sino que muestra el camino ofrecido por Dios a partir del fracaso del obrar del hombre: la entrega de Cristo: su "elevación" (muerte, resurrección, gloria) que es el principio de un nuevo obrar.
Las lecturas de este Domingo II de Cuaresma en el ciclo B giran en torno a la entrega: entrega no consumada en el caso de Isaac, entrega consumada en el caso de Jesús. Pero una entrega que no se queda en sí misma, sino que viene a manifestar un Dios que es Dios de vida.
El sencillo evangelio de hoy nos propone mirar la profundidad d ela misión de Jesús, y cómo ella entronca con la necesidad de un nuevo camino para el hombre. Es la creativa respuesta de un Dios que jamás pierde de vista sus pactos.
En el único episodio de relación con un leproso narrado por Marcos (1,40-45), Jesús no solo acoge al leproso excluido del orden religioso, sino que al tocarlo acepta él mismo romper ese orden religioso.
El pequeño evangelio de hoy contiene tres perícopas, nos concentramos en la primera de ella, la curación de la suegra de Pedro, para descubrir en ella los momentos esenciales de nuestra fe.
Con el relato del exorcismo en la sinagoga de Cafarnaum se abre "con urgencia" la gran tarea de Jesús: implantar el Reinado divino entre los hombres. Los suyos quedamos invitados a aprender a llevar ese Reino a lo que nos rodea.
En el III Domingo del Tiempo Ordinario, domingo de la Palabra de Dios, una pequeña introducción al origen de los evangelios, al de San Marcos en particular, y algunos rasgos que lo caracterizan.
El domingo II del TO es, en los tres ciclos, el domingo de los discípulos, en el que podemos tomar conciencia de la grandeza de la vocación cristiana, del enorme privilegio de haber sido escogidos como seguidores y testigos del Señor.
En el día del Bautismo del Señor del ciclo B, el evangelista Marcos nos convoca a ser testigos del verdadero ser de Jesús, oculto a todos, para que podamos, como el centurión, anunciar "Verdaderamente este es el Hijo de Dios".
En el Domingo IV de Adviento (domingo cuarto) las lecturas del ciclo B nos proponen las dos complementarias de la promesa de linaje davídico eterno, de 2Samuel 7 y la anunciación a María de San Lucas, que muestra el cumplimiento de aquella promesa.
Sin embargo, los "cumplimientos" de Dios siempre exceden todo lo que habíamos imaginado, y nos hacen tocar con las manos su capacidad de crear algo nuevo ante nuestros ojos.
En el domingo III de Adviento, llamado tradicionalmente "Gaudete" ("Alegraos"), la liturgia nos presenta la esperanza como una realidad ya viva entre nosotros: si bien aun esperamos al Señor, esa esperanza no es incierta ni remota, sino algo presente (en misterio) desde la venida en carne del Señor.
En el segundo domingo de Adviento profundizamos en el contenido escatológico de la fe, con la mirada puesta en el misterioso modo en que Dios obra en la historia.
Comenzamos un nuevo año litúrgico, de ciclo B, con su centro en el evangelio de Marcos. En el primer domingo de Adviento exploramos en la tensión escatológica de nuestra fe.
Exploramos algunos aspectos de la paradoja y la ambiguedad del símbolo del Reino en la Biblia, tan central en la predicación de Jesús.
Otra aproximación a estos dos importantes conceptos que nos permitirán comprender mejor el clima en el que se escribieron, y en el que tenemos que situranos para leer los textos bíblicos que la liturgia nos ofrece en estas semanas.
En la discusión de Jesús con los saduceos, no solo Jesús valida las nuevas creencias que estaban surgiendo acerca de la vida eterna, sino que las profundiza mostrando que en realidad esa vida en Dios puede comenzar ahora mismo.
En este especial analizamos el texto de Lc 19,1-10 tratando de examinar exegéticamente cada una de sus peculiaridades.
El evangelio de hoy realiza una mirada tipológica en la historia del AT de la curación de Naamán el sirio por Eliseo, narrada en 2Re 5.
Al hilo de la confrontación entre la fe como la entienden los discípulos y como la entiende Jesús, exploramos la diferencia entre fe y religión, dos conceptos que usamos muchas veces como equivalentes, aunque están lejos de ser sinónimos.
Leemos y analizamos en detalle el texto de Lc 16,19-31.
La primera lectura nos previene de perdernos en abstracciones espirituales que olvidan que la salvación que Dios quiere para todos los hombres comienza en lo concreto y tangible.
En este domingo 24 del TO-C la lectura del cap 15 de San Lucas invita a una lectura minuciosa de esta parábola cumbre de la revelación del NT.
"¿Quién se imaginará lo que el Señor quiere?" pregunta la primera lectura de este domingo XXIII del TO-C. La voluntad de Dios la encontramos en la exigencia de la fe a nuestra toma de decisiones que transforma la relación con el mundo.
Completamos la breve presentación que la liturgia dominical hace de la Carta a los Hebreos: ¿cómo no perdernos en las figuras y símbolos religiosos y vivir en la realidad de la fe?
Lectura del Salmo 117 (116) que se lee en la liturgia de este domingo.
La segunda lectura de los domingos XXIX a XXII del tiempo ordinario en el ciclo C nos propone la lectura de la sección conclusiva de la Carta a los Hebreos, en la que, frente a la búsqueda que algunos hacen de una ritualidad complicada, viene a decirnos que la fe es en realidad simple: esperanza, constancia y caridad activa.
En este domingo XVIII del TO-C continuamos con la idea comenzada en el video de hace 3 años acerca de preparar una riqueza "ante Dios", esta vez atendiendo a lo dicho en Carta a los Colosenses.
En este domingo somos invitados por Carta a los Colosenses a entrar en la dimensión de la vida ya recibida en Jesús. No a esperar la vida nueva sino a comenzar a vivirla.
Abordamos el complejo texto de Col 1,24-28, mejor dicho, prácticamente nos quedamos centrados en ese v. 24, ¿qué quiere decir "completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo"? ¿Es que a Cristo le faltó algo?
Un pequeño comentario inicial sobre la opción de dos salmos que permite la liturgia de este domingo, seguido de un comentario sobre el himno de Colosenses 1,15-20.
Dentro del conjunto de lecturas de este domingo 14 del tiempo ordinario (ciclo C), nos centramos en el salmo 66, testimonio de una experiencia de liberación tanto comunitaria como personal, significada en el Éxodo, pero que desde esa misma experiencia particular, busca llevar al Dios que libera a todos los hombres.
En el retorno a la lectura semicontinua del evangelio de Lucas comenzamos a acompañar a Jesús en su viaje a Jerusalén, y una primera gran lección: la benevolencia divina se impone por sobre todos nuestros impulsos de invocar el fuego del cielo para imponer la verdad.
La primera lectura y el salmo evocan la figura misteriosa de Melquisedec como antecedente del sacerdocio de Cristo. En este sillón exploramos el sentido de esa figura vinculada al misterio eucarístico.
Nuestro Dios, que en su unidad nos lleva de la mano de la esclavitud a la libertad, en su misterio trinitario nos enseña a "ser por despojamiento", por vaciamiento de sí y autodonación.
El desafío es conseguir una humanidad-una, sin perder de vista las diferencias y diversidades de hombres. El problema de la fuente de esa humanidad-una lo abordan convergentemente las lecturas de La Torre de Babel y la Venida del Espíritu en Pentecostés.
En el domingo 6 de Pascua leemos el fragmento conclusivo de la primera parte del discurso de despedida de Jesús, en el que Jesús perfila qué significa "manifestarse (Dios) a los hombres", y por tanto por qué lo hace solo a los discípulos, ¡a nosotros!
En el quinto domingo de Pascua del ciclo C nos acercamos al texto fundamental del mandamiento del amor, el llamado de Jesús a la acción que rompe con una religiosidad centrada en la pura relación de Dios con el individuo.
En el domingo IV de Pascua, desde la imagen nuclear del buen pastor, tomada del capítulo 10 de Juan, vamos explorando los distintos aspectos que el evangelio nos propone. En el cilo C el centro está puesto en las ovejas, y en la vida a la que son llamadas y que reciben continuamente de Jesús.
Reflexión sobre la adúltera perdonada (Jn 8,1-11).
La reconciliación, de los hombres con Dios, de los hombres entre sí, de los hombres consigo mismos, no es una tarea accesoria, sino el movimiento mismo de Dios hacia nosotros, y que hace posible el nuestro.
El fin de todo ello es el Banquete eterno.
El texto nos enfrenta a uno de los problemas más cruciales para el ser humano: el mal, y sobre todo la proporcionalidad entre el mal realizado y el mal padecido.
La escena de la transfiguración, que leemos cada año, revela el destino al que Dios llama a toda su creación: Dios es luz y solo quiere luz para los suyos.
En el I domingo de Cuaresma leemos, como cada año, el relato de las tentaciones. San Lucas enfatiza de manera especial la disponibilidad de Jesús a dejarse conducir por el Espíritu.
El cuarto fragmento de 1Cor 15 que leemos este domingo (vv.54-58) es el final del capítulo y el final del importante camino por el que san Pablo nos llevó de la mano desde la noticia de la resurrección de Cristo hasta descubrir que en esa noticia tengo la posibilidad de vivir de una manera nueva, haciendo el bien concretamente, sin miedo a la muerte ni a su victoria.
Continuando con la lectura de 1Cor 15, nos metemos hoy en el diálogo de San Pablo con la cultura de su tiempo, y en particular con la relectura que hace de Filón de Alejandría.
Continuamos con la lectura de 1Cor 15 en la selección que hace la liturgia, y hoy abordamos la cuestión de la vocación eterna de nuestra vida corpórea, cuyo anticipo y garantía tenemos en la resurrección de Cristo.
En la introducción a la elaboración que san Pablo hace de la resurrección en la 1ª carta a lo Corintios (1Cor 15), y que leeremos en los próximos domingos, aborda ante todo los fundamentos de la fe en la resurrección: la mirada profética sobre la Escritura, y el testimonio apostólico.
El amor es una realidad que todos los hombres conocen, pero que, experimentada desde su fundamento divino, requiere nuevas palabras y nuevos pensamientos para expresarse.
En este domingo, a la vez que nos introducimos en el evangelio de san Lucas, celebramos que Dios se haya revelado al hombre en su Palabra.
El relato de las Bodas de Caná nos pone ante la revelación total y anticipada del plan divino, del que la cruz será su realización.
En la escena del bautismo del Señor san Lucas destaca el papel de todo el pueblo rodeando a Jesús y testigo de la proclamación del Padre.
Las lecturas nos ponen frente a las promesas mesiánicas, a la fidelidad de Dios de realizarlas, pero también a la novedad de hacerlo de una manera inesperada.
La predicación de Juan el Bautista aunaba un fuerte tono escatológico, así como reclamos éticos, pero lo que Juan el Bautista no llegó a poder anticipar es que el Justo Juez que él esperaba fuera a la vez el rey de la misericordia para con todos.
"Toda carne verá la salvación de Dios", ese es el proyecto de Dios sobre el hombre, que se abre paso a través de todas las negatividades y contrariedades de la historia.
En el inicio de un nuevo año litúrgico nos centramos en la paradoja de la organización del año litúrgico que no va de un inicio a un fin, sino que el inicio y el fin están, los dos impregnados de la presencia de un Dios que siempre está en advenimiento.
Jesucristo es Rey, en un trono paradójico: la cruz. Las lecturas del ciclo C exploran esa paradoja y misterio que lleva desde el reinado exterior de David, al reinado escatológico de su sucesor, el Mesías.
2S 5,1-3: Ungieron a David como rey de Israel.
Sal 121,1-2.3-4a.4b-5: Vamos alegres a la casa del Señor.
Col 1,12-20: Nos ha trasladado al reino de su Hijo querido.
Lc 23,35-43: Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.
Un artículo para conocer un poco más sobre la historia de esta solemnidad: «Christus vincit...»
Tomando como base la magnificencia del templo de Jerusalén Jesús nos alecciona acerca del destino de la fe: igual que fue tratado él, serán tratados sus seguidores, pero a través de todo ello el Evangelio va penetrando en el mundo.
En el domingo 32 del TO en este ciclo C vemos a Jesús participar de lleno en la vida religiosa de la gran capital, y en esta perícopa por medio de la discusión de un tema que era muy actual en aquel momento: la vida futura.
La preciosa escena de Zaqueo, que cierra el viaje a Jerusalén nos muestra también de forma viva lo que realmente nos ofrece Jesús al darnos su salvación.
La parábola del fariseo y el publicano expresa lo esencial y a la vez diferencial de nuestra fe: Dios declara algo sobre nosotros.
Nuevamente con humor e ironía Jesús nos lanza un desafío: si le pedimos a Dios que se apure a establecer su Justicia, ¿encontrará en el mundo el pueblo dispuesto a esa Justicia? ¿habremos hecho nosotros nuestros deberes? en este mes de octubre especialmente dedicado a la misión, un evangelio que nos tiene que hacer pensar en nuestra tarea de llevar la fe hasta los confines del mundo.
Ex 17,8-13: Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel.
Sal 120,1-2.3-4.5-6.7-8: El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
2Tm 3,14-4,2: El hombre de Dios estará perfectamente equipado para toda obra buena.
Lc 18,1-8: Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan.
El Señor revela a todos los pueblos su salvación. Pero no obliga, lo revela a quien lo quiera ver. Hoy nos muestra que los "de casa", se beneficiaron de la acción de Dios, pero no vieron su salvación, mientras que fue un extraño, un samaritano, quien descubrió una nueva manera de vivir.
2R 5,14-17: Volvió Naamán al profeta y alabó al Señor.
Sal 97,1.2-3ab.3cd-4: El Señor revela a las naciones su salvación.
2Tm 2,8-13: Si perseveramos, reinaremos con Cristo.
Lc 17,11-19: ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar Gloria a Dios?
En el Domingo XXVII del TO ciclo C el Señor nos propone algo desafiante y a la vez liberador: dejar las valoraciones profundas de nuestra fe a él, descansar en él.
La perícopa de la fe nos dice en tono irónico que no podemos medir nuestra fe, y la perícopa de la humildad nos enseña a poner nuestra tarea en las manos del Señor.
En este domingo, ya cerca de Jerusalén, Jesús denuncia la hipocresía de una religión que olvida lo esencial: ser la presencia de la justicia y la fidelidad de Dios en un mundo siempre injusto.
Con el botón de "modo irónico" encendido, Jesús nos regala una de sus parábolas más difíciles, a prueba de moralinas y predicaciones simplonas: el administrador infiel.
La liturgia nos ofrece el capítulo 15 de San Lucas, nuclear en la catequesis de san Lucas, y en el mensaje de Jesús: la misericordia total de Dios. Pero, ¿estamos los cristianos preparados para acompañar a Jesús en su tarea?
Domingo XXIV del Tiempo Ordinario, ciclo C
El difícil evangelio de hoy ronda en torno a la seriedad de una decisión: a la vez tomar conciencia del paso que damos al decidirnos por Jesús, y entregarnos a él por completo, sin restos.
¿Qué esconden las enseñanzas de cómo asistir a un banquete (Lc 14,6ss) para que san Lucas nos haya dicho que se trata, en realidad, de una parábola?
«hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos»... entonces mejor quedarse cerca de los últimos, y hacerse uno con ellos.
Comentario a las lecturas del XX domingo del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Jesús nos sorprende con tres sentencias de inquietud creciente: un fuego sobre la tierra, un bautismo que él recibirá, división, y no paz, entre los hombres. Con esto nos da Jesús una de las lecciones más fuertes de su viaje a Jerusalén: ponernos, como él, a total disposición de la voluntad de Dios, aunque eso implique salir de nuestra comodidad.
En el evangelio de hoy Jesús nos plantea que los valores del Reino que nos ha ido presentando no son valores de un código humano, sino expresiones de nuestra condición de rebaño en una tensión escatológica entre una fe que ha comenzado ya y un Reino que aun no se ha instaurado en el mundo.
Jesús nos pone ante las exigencias radicales de Dios, que desnuda proféticamente nuestro ser más profundo, el que no quisiéramos ver: somos seres de codicia.
Pero también, yendo más allá de los profetas, Jesús nos tiende la mano acogedora de Dios: incluso lo poco que hagas puede convertirse en riqueza ante Dios.
El evangelio de hoy, XVII Domingo del TO en el ciclo C, a diferencia de lo que es habitual en las lecturas litúrgicas, une tres pequeños fragmentos (tres "perícopas") porque quiere darnos una enseñanza de conjunto: el cristiano está llamado -y Jesús así lo enseña explícitamente- a ser un íntimo de Dios, a poder dirigirse a él con toda confianza, y en toda ocasión y necesidad.
Lectura del episodio de Marta y María (Lc 10,38-42), correspondiente al Domingo XVI del Tiempo Ordinario, en el ciclo C.
La explicación se basa en el escrito «Marta y María», que puede leerse en El Testigo Fiel.
Continuando con la capacitación a los discípulos para que sepamos cómo desenvolvernos en este viaje a Jerusalén, que es la vida de la fe, Jesús nos presenta la figura del samaritano compasivo, que no espera a tener un prójimo: se hace él mismo prójimo de quien lo necesita.
Domingo 15 del Tiempo Ordinario, ciclo C
Continuando el viaje con Jesús, recibimos hoy la investidura misionera, y si vamos al mundo llevando la Paz de Dios, ¿quién podrá acusar a los hombres ante Dios?
Comentamos las lecturas del Domingo XIII del Tiempo Ordinario, que en este año C nos presentan, en el evangelio, a Jesús tomando la firme decisión de viajar a Jerusalén.
Pero el viaje de Jesús es también el aprendizaje de una Iglesia "en salida" que debe aprender a viajar, y sobre todo aprender la actitud fundamental del verdadero discípulo, la total disposición.
Pequeña introducción al significado del Corpus, haciendo hincapié en el valor de banquete de encuentro (entre nosotros y con, y en el Señor). Luego se hace una panorámica de las lecturas y de la figura de Melquisedec.
En este domingo de la Santísima Trinidad las lecturas nos ayudan no solo a contemplar el misterio, sino también a acompañar a Dios en el trayecto de su autorevelación.
En el encuentro de hoy nos preguntamos dos cuestiones:
-¿Por qué la fiesta de Pentecostés no tiene octava, siendo una fiesta tan importante?
-Qué significa el título de "otro paráclito" que le da Jesús al Espíritu Santo en Juan 14?
El sentido profundo de la ascensión del Señor no está determinado por su "ida" -ya que no "se fue" sino que está con nosotros "hasta la consumación"-, sino por el cambio de nivel que realiza en nuestra naturaleza humana, que queda ya indisolublemente aceptada en la divinidad.
Puede complementarse este video con la lectura de estos dos artículos también dedicados al tema de la ascensión:
-¿Jesús ascendió o fue ascendido?
-Sobre la ascensión de Jesús a los cielos
Reflexionamos, a la luz de las lecturas, sobre la doble naturaleza de la Iglesia, humana, a tientas en al historia, y a la vez participando ya del triunfo pascual de su Señor.
El mandamiento del amor, el gran legado de Jesús, nos desafía a ponernos a la espera de su verdad, de su realización, de su advenimiento.
Desde la imagen nuclear de Jesús pastor de las ovejas, la liturgia de este domingo reflexiona sobre la universalidad del llamado al redil del Padre.
Hch 13,14.43-52: Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal 99,2.3.5: Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Ap 7,9.14b-17: El Cordero será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas.
Jn 10,27-30: Yo doy la vida eterna a mis ovejas.
En este domingo leemos el capítulo 21 del evangelio de San Juan, un capítulo rico, que reflexiona sobre la misión, con un sentido eucarístico.
¿No tiene algo de razón Tomás cuando pide pruebas? ¿Por qué entonces Jesús ofrece como alternativa una bienaventuranza para aquellos que crean "sin haber visto" (¡como nosotros!)?
Corresponde a las lecturas de Hch 5,12-16; Sal 117; Apoc 1,9-11a.12-13.17-19; Jn 20,19-31
Como cada domingo de ramos, leemos la pasión en el evangelio sinóptico que toca, en este caso, siendo el ciclo C, San Lucas. Nos preguntaremos entonces qué es lo propio de esta narración de la Pasión, por qué es distinta a las otras tres. Lo hacemos al hilo del articulo «¿Qué tiene de propio la Pasión según san Lucas?»
Leemos, en pleno ciclo lucano, un relato llegado desde el evangelio de Juan: la adúltera perdonada, ¿por qué la liturgia lo combina con estas primera y segunda lectura, que hablan de la radical novedad divina? Jn 8,1-11: El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.
En el domingo de "Laetare" [Alegraos] del ciclo C leemos una de las más bellas y ricas parábolas de Jesús, recogida únicamente por san Lucas: El hijo pródigo.
Aparece también un tema que parece accesorio en la primera lectura: el alimento dado por Dios, ¿cómo se integra en el evangelio? Lc 15,1-3.11-32: «Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido».
Al hilo del evangelio del domingo, el inquietante Lc 13,1-9, se explora la relación entre la amenaza divina y su misericordia, que constituye "un poco más", la hora añadida a la justicia divina. Lc 13,1-9: Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.
Lectura del relato de la Transfiguración, en la versión de san Lucas.
Se introduce en la estructura de los ciclos de lectura cuaresmales así como en algunos elementos de la cuaresma que explican sus particularidades litúrgicas. Finalmente se relaciona esto con la lectura del evangelio. Lc 4,1-13: El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado.
Se concluye la lectura del Sermón del LLano, centrándose en el valor de la palabra. Lc 6,39-45: Lo que rebosa del corazón, lo habla la boca.
El video se centra en la palabra "agapé" (amor), utilizada por la naciente fe cristiana para nombrar la forma específica del amor revelado por Dios en Jesús. Lc 6,27-38: Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo
Comienza la lectura del "Sermón del llano" de San Lucas. Lc 6,17.20-26: Dichosos los pobres; ¡ay de vosotros, los ricos!
Escena de la pesca milagrosa en el lago. Lc 5,1-11: Dejándolo todo, lo siguieron.
Lc 4,21-30: Jesús, como Elías y Elíseo, no es enviado sólo a los judíos.
En la temática abierta en el video de la semana anterior ("Una historia de familia") exploramos en este video el sentido de las genealogías bíblicas, con especial insistencia en la función literaria de situar existencialmente a los personajes de las narraciones.
Inicio de una serie de especiales sobre los personajes de la Biblia, en este primer video presento la nueva base de datos de personajes que puede consultarse en El Testigo Fiel, y explico algunos detalles sobre la cuestión de la relación de los personajes entre sí, y cómo los presenta la Biblia.
Este especial está dedicado a comprender el lugar y sentido de la comunidad joánica en el contexto de los orígenes de nuestra fe.
¿Qué quiere decir la expresión "crítica bíblica"? ¿hay una o muchas formas de crítica? ¿leer la Biblia críticamente es solo una alternativa posible?
En el presente video especial del canal nos aproximamos al conocimiento de las diversas críticas bíblicas: textual, literaria, histórica, teológica... que a su vez valoramos en relación al conjunto del conocimiento que la Iglesia tiene y promueve de la Biblia.
En la tercera parte nos preguntamos "¿qué puedo hacer yo (que no soy crítico textual, que no sé hebreo ni griego, ni mucho menos tengo acceso a un manuscrito) con enterarme de todo esto? ¿no me mete en una insana incertidumbre acerca de la Palabra de Dios, en vez de mostrarme su solidez y fiabilidad?
En esta segunda parte se detallan los problemas de texto con los que se encuentra la recepción de los manuscritos: la forma de escribir antigua, sin espacios, puntuación, etc., la carencia de comillas, las palabras cuyo significado es difícil o imposible establecer...
Una pregunta que pocos lectores se hacen es: ¿cómo nos ha llegado el texto bíblico? ¿hay originales de los textos? ¿cómo se llega desde los manuscritos a las ediciones?. En las tres partes de este sillón especial abordaremos estas y muchas otras cuestiones que surgen de ellas.
Introducción al sistema usual de citación del texto bíblico por capítulo y versículo. Se explican también algunos signos auxiliares, y el modo de interpretar las unidades menores al versículo (letras minúsculas a, b, c, etc.).
Ver también: ¿Cómo se cita un texto bíblico?
Video de presentación del canal de Youtube "Sillón Bíblico"
Muestra del curso del mismo nombre. Los temas tratados pueden ser de interés incluso aunque no se realice el curso completo. Para información sobre el curso ver la página del curso.
Primera clase del curso de Salmos, que puede servir también como introducción al tema: noción general de los salmos, división del libro, numeración. Para más detalles sobre este curso ver la página del curso
Vemos las grandes líneas de la Escritura que se dan cita en los relatos de Pasión: el sufrimiento del justo, la vicariedad, el juicio de Dios, y la manifestación de la gloria divina.
Se reúnen y acopian distintas perspectivas ya tratadas acerca de la resurrección en distintos videos, y se propone un análisis de Jn 21,1-14
Charla en vivo acerca de los relatos centrales de los evangelios. Partiendo de la muerte de Jesús como el gran enigma de su vida (¿cómo puede ser que el Justo sufriera?), los evangelios van develando el sentido de esa pasión, que hemos sistematizado en 4 líneas, de la mano de 4 tipos de textos del AT:
-El sufrimiento del justo (salmos 22, 42)
-El sufrimiento vicario (Is 52-53)
-La muerte de Jesús, juicio de Dios (profeta Zacarías)
-La muerte de Jesús, manifestación de su gloria, que es el aspecto desarrollado por Juan.
Primera clase del curso sobre el Evangelio. Sirve como panorámica general incluso para aquellos que no puedan hacer el curso completo. Para información sobre estos videos ver la página del curso
Al hilo del importante texto de 2 Timoteo que leemos en este domingo XXIX del TO-C, tratamos en este especial de algunas cuestiones relativas a la inspiración bíblica.
En el contexto del curso sobre Carta a los hebreos se realizó este monográfico sobre la "Teología de la satisfacción" de San Anselmo, donde se introduce primero a la obra y el pensamiento general del autor, para ir luego a un detallado análisis de esta teología de tan amplia influencia en la historia de la piedad cristiana, casi hasta nuestros días.