Realmente me pregunto,
y vacilo al hacerlo,
cómo será eso de insuflarle
oxígeno al universo entero...
una vez que todo sea como debe ser.
La negrura, las miradas fuliginosas,
ya no serán.
¿Cómo será?
Mientras tanto parece que surgen,
de entre las sombras, y gozándose
en la sordidez de todo,
algunos malignos caminantes que
todo lo destrozarían
de buena gana...
todo.
Un odio los alimenta
(ellos ni siquiera lo pueden),
y prostituirían a una niña
con tal de demostrar
que todo está perdido.
Ellos dictaminan,
ellos creen decidirlo todo.
Oh, mi señor,
¿cuándo llegará el día
en que el silencio se haga
en torno tuyo, y ya
no quede para hacer
más que caer a tus pies?
Cuánto hay de cierto
en que nacimos para servirte.
Por eso así el mundo,
oh, muerte.
Qué gran día cuando podamos caer finalmente a Sus Pies. Mientras tanto , creo que Dios nos hace practicar bastante. UN ABRAZO.
Andrea.
PD: Te felicito....!!!!! Excelente.
Cuando vengas Señor en tu gloria, que podamos acudir a tu encuentro
¿Cuando será ese día oh mi Señor? me pregunto en el silencio de la noche en el silencio de mi corazón por traerme a la vida y servite oh mi Señor. Amén