La Cruz le diò la fuerza. Cuando uno piensa en lo que sufriò Jesùs, ya no hay razòn, motivo, ni circunstancia para quejarse , solo se acepta para imitar a Jesùs, con amor, decisiòn y entrega. Y con muchìsimo agradecimiento. Que la Cruz nos de el Amor! Y siempre la fuerza para no apartarnos de El.
Un santo.
sin duda alguna. Ahora ya no creo aquello que creía cuando niña, que era difícil conocer santos en vida, porque la Iglesia tarda en canonizarlos.
En realidad lo de la canonización es accesorio, porque la santidad es un aroma que se percibe incluso cuando el viento sopla en dirección contraria.
Benditos nuestros santos del siglo XX y XXI que han sido y son luz y guía dela Iglesia, porque hacen presente al que es la Luz del mundo en su vida y en la nuestra.