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El Testigo Fiel
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«Mira que estoy a la puerta y llamo,
si alguno oye mi voz y me abre la puerta,
entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo...»
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Memoria de Santa María en sábado, memoria libre
Salterio: sábado de la primera semana del tiempo ordinario
Laudes - versión simple · sin opciones
Inicio
Si Laudes es la primera oración del día se reza el Invitatorio.

(se hace la señal de la cruz sobre los labios mientras se dice:)
V/. -Señor, ábreme los labios.
R/. -Y mi boca proclamará tu alabanza.
(En Laudes puede omitirse el Salmo con su antífona)
Salmo 94: Invitación a la alabanza divina
en el rezo privado, puede decirse la antífona sólo al inicio y al fin
Ant: Venid, adoremos a Cristo, hijo de María Virgen.
o bien: Aclamemos al Señor en esta conmemoración de María Virgen.
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

-se repite la antífona

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

-se repite la antífona

Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

-se repite la antífona

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.

-se repite la antífona

Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y dije:
"Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso."»

-se repite la antífona

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Venid, adoremos a Cristo, hijo de María Virgen.
o bien: Aclamemos al Señor en esta conmemoración de María Virgen.
Si no:

(se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V/. -Dios mío, ven en mi auxilio.
R/. -Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya
 
Himno
Salve, Madre; en la tierra de tus amores,
te saludan los cantos que alza el amor.
Reina de nuestras almas, flor de las flores,
muestra aquí de tu gloria los resplandores,
que en el cielo tan sólo te aman mejor.

Virgen santa, Virgen pura,
vida, esperanza y dulzura
del alma que en ti confía;
Madre de Dios, Madre mía,
mientras mi vida alentare
todo mi amor para ti;
mas si mi amor te olvidare...,
Madre mía, Madre mía,
aunque mi amor te olvidare,
tú no te olvides de mí.

Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.

o bien:



Quiero seguirte a ti, flor de las flores,
siempre decir cantar de tus loores;
no me partir de te servir,
mejor de las mejores.

Gran confianza tengo yo en ti, Señora,
mi esperanza está en ti, hora tras hora;
de tribulanza, sin tardanza
venme a librar ahora.

Estrella del mar, puerto de belleza
de todo mi dolor en mi tristeza
venme a librar y confortar,
Señora de la alteza.

Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo. Amén.

o bien:



Tú eres toda hermosa
¡oh Madre del Señor!;
tú eres de Dios gloria,
la obra de su amor.

¡Oh rosa sin espinas!,
¡Oh vaso de elección!
de ti nació la vida,
por ti nos vino Dios.

Sellada fuente pura
de gracia y de piedad,
bendita cual ninguna,
sin culpa original.

Infunde en nuestro pecho
la fuerza de tu amor,
feliz Madre del Verbo,
custodia del Señor. Amén.
Salmodia
Salmo 118,145-152: XIX (Coph)
Ant: Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
Te invoco de todo corazón:
respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.

Mis ojos se adelantan a las vigilias,
meditando tu promesa;
escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad.

Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables;
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
Exodo 15,1-4.8-13.17-18: Himno a Dios, después de la victoria del mar Rojo
Ant: Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Cantaré al Señor, sublime es su victoria,
caballos y carros ha arrojado en el mar.
Mi fuerza y mi poder es el Señor,
Él fue mi salvación.

Él es mi Dios: yo lo alabaré;
el Dios de mis padres: yo lo ensalzaré.
El Señor es un guerrero,
su nombre es "El Señor."

Los carros del Faraón los lanzó al mar,
ahogó en el mar Rojo a sus mejores capitanes.

Al soplo de tu nariz, se amontonaron las aguas,
las corrientes se alzaron como un dique,
las olas se cuajaron en el mar.

Decía el enemigo: "Los perseguiré y alcanzaré,
repartiré el botín, se saciará mi codicia,
empuñaré la espada, los agarrará mi mano."

Pero sopló tu aliento, y los cubrió el mar,
se hundieron como plomo en las aguas formidables.

¿Quién como tú, Señor, entre los dioses?
¿Quién como tú, terrible entre los santos,
temible por tus proezas, autor de maravillas?

Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra;
guiaste con misericordia a tu pueblo rescatado,
los llevaste con tu poder hasta tu santa morada.

Lo introduces y lo plantas en el monte de tu heredad,
lugar del que hiciste tu trono, Señor;
santuario, Señor, que fundaron tus manos.
El Señor reina por siempre jamás.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Salmo 116: Invitación universal a la alabanza divina
Ant: Alabad al Señor, todas las naciones.
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos.

Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Alabad al Señor, todas las naciones.
Lectura Bíblica
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas
Ga 4,4-5
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
V/. Después del parto, oh Virgen, has permanecido inviolada.
R/. Después del parto, oh Virgen, has permanecido inviolada.
V/. Madre de Dios, intercede por nosotros.
R/. Oh Virgen, has permanecido inviolada.
V/. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R/. Después del parto, oh Virgen, has permanecido inviolada.

o bien:

Lectura del libro del profeta Isaías
Is 61,10 (cfr.)
Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novia que se adorna con sus joyas.
V/. El Señor la eligió y la predestinó.
R/. El Señor la eligió y la predestinó.
V/. La hizo morar en su templo santo.
R/. Y la predestinó.
V/. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R/. El Señor la eligió y la predestinó.

o bien:

Lectura del libro del Apocalipsis
Ap 12,1
Apareció una figura portentosa en el cielo: Una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas.
V/. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
R/. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
V/. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.
R/. El Señor está contigo.
V/. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R/. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
Cántico Evangélico
Ant: Celebremos con devoción el recuerdo de la bienaventurada Virgen María, para que interceda por nosotros ante nuestro Señor Jesucristo.
o bien: El Altísimo te ha bendecido, Virgen María, más que a todas las mujeres de la tierra.
o bien: Por ti, Virgen Inmaculada, hemos recobrado la vida que habíamos perdido, ya que diste a luz para el mundo al Salvador que habías recibido del cielo.
o bien: Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres. Aleluya.
o bien: No sé con qué alabanzas ensalzarte, oh santa e inmaculada virginidad de María, pues por ti hemos recibido a nuestro redentor, Jesucristo, nuestro Señor.
o bien: Tú eres la gloria de Jerusalén; tú la alegría de Israel; tú, el orgullo de nuestra raza.

(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar)
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Celebremos con devoción el recuerdo de la bienaventurada Virgen María, para que interceda por nosotros ante nuestro Señor Jesucristo.
o bien: El Altísimo te ha bendecido, Virgen María, más que a todas las mujeres de la tierra.
o bien: Por ti, Virgen Inmaculada, hemos recobrado la vida que habíamos perdido, ya que diste a luz para el mundo al Salvador que habías recibido del cielo.
o bien: Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres. Aleluya.
o bien: No sé con qué alabanzas ensalzarte, oh santa e inmaculada virginidad de María, pues por ti hemos recibido a nuestro redentor, Jesucristo, nuestro Señor.
o bien: Tú eres la gloria de Jerusalén; tú la alegría de Israel; tú, el orgullo de nuestra raza.
Preces
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María Virgen, y digámosle:
Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros
  • - Oh Sol de justicia, a quien la Virgen inmaculada precedía cual aurora luciente,
    haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu presencia.
  • - Verbo eterno del Padre, que elegiste a María como arca incorruptible de tu morada,
    líbranos de la corrupción del pecado.
  • - Salvador nuestro, que quisiste que tu madre estuviera junto a tu cruz,
    por su intercesión, concédenos compartir con alegría tus padecimientos.
  • - Jesús, que, colgado en la cruz, diste María a Juan como madre,
    haz que nosotros vivamos también como hijos suyos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Con la misma confianza que tienen los hijos con su padres, acudamos nosotros a nuestro Dios, diciéndole:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Final
Te pedimos, Señor, que nosotros tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo, y por la intercesión de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.


(puede utilizarse también en tiempo de Cuaresma):

Perdona, Señor, los pecados de tus fieles y, ya que nuestros actos no pueden complacerte, sálvanos por intercesión de la Madre de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.


o bien:

Dios de misericordia, fortalece nuestra débil condición y, al recordar en este día a la Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, vernos libres de todas nuestras culpas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.


o bien:

Te rogamos, Señor, que venga en nuestra ayuda la intercesión poderosa de la Virgen María, para que nos veamos libres de todo peligro y podamos vivir en tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.


o bien:

Concédenos, Señor, por intercesión de la Virgen María, cuya gloriosa memoria hoy celebramos, hacernos dignos de participar, como ella, de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.


o bien:

Dios todopoderoso, concede a los fieles, que se alegran bajo la protección de la Virgen María, verse libres, por su intercesión, de todos los males de este mundo y alcanzar las alegrías del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
Si el que preside no es un ministro ordenado, o en el rezo individual:

(se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V/. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.
 
Si el que preside es un ministro ordenado, utiliza una de estas dos fórmulas finales:
(Fórmula larga)
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. La paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodie vuestros corazones y vuestros pensamientos en el conocimiento y el amor de Dios y de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.
V/. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
R/. Amén.
 
(Fórmula breve)
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
V/. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
R/. Amén.
 
Si se despide a la asamblea se añade:
V/. Podéis ir en paz.
R/. Demos gracias a Dios.
 
En el rezo comunitario de ETF acostumbramos añadir:
V/. Desde la salida del sol hasta su ocaso...
R/. Bendigamos el nombre del Señor.
 
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