Andrea del Sarto se formó en el ambiente florentino trabajando primero con un orfebre y más tarde con Piero di Cosimo. En su pintura destaca la influencia de Rafael y Leonardo, dos de los pintores que más admiraba. Seguramente hizo dos viajes a Roma y uno a Venecia. En el año 1518 le invitó Francisco I, rey de Francia, y permaneció en su Corte durante un año, regresando a Florencia en 1519.
Su estilo, a pesar de haberse formado en Florencia, tiene más rasgos venecianos que florentinos, en su amplia gama de colores. Sus únicas obras documentadas son el Palacio de los Cónsules en Gubbio, que se inició en 1532, y el Ayuntamiento de Cittá di Castello. Su vida y obras han sido profundamente estudiadas y admiradas en el siglo XIX y el poema de R. Browning describió a Andrea del Sarto como hombre de gran talento y muy reflexivo.
Los frescos El Nacimiento de la Virgen de 1514 y la Virgen de Saco de 1525 se encuentran en Santa Annunziata de Florencia y en ellos se aprecian claramente las características del Renacimiento. Otras obras interesantes son La Virgen de las Arpías (1517) de corte clásico y la Sagrada Familia, su tema favorito. Fueron discípulos suyos Pontormo y Rosso.
Su nombre es apodo por el oficio familiar ("sarto"=costurero, que es el oficio de sus padres); el nombre completo es: Agnolo di Francesco y de Costanza di Silvestro.
[La mayor parte tomado de Artehistoria]