Antonio Allegri, llamado -por su ciudad natal- el Correggio, nació hacia 1489, hilo de Peregrino de Alegris y de Bernar dina Ormani. De acuerdo con las afirmaciones de Vasari, para quien el Correggio había muerto a los cuarenta años de edad (en 1531), se tendía a fijar la fecha de nacimiento del pintor en 1494. Pero el minucioso examen del contrato que firmó con los franciscanos de la ciudad de Correggio para pintar La Virgen de San Francisco, que es de 1514, año en el que Allegri parece haber cumplido 25 años, ha inducido a los especialistas, con bastante probabilidad, a fijar su venida al mundo en una fecha algo anterior.
Según la tradición, el joven Correggío aprendió las primeras lecciones de Pintura de su tío Lorenzo Allegri y comenzó a frecuentar, poco después, el taller de Francisco Bianchi Ferrari, en Módena. De mayor peso histórico que estos hechos, son, sin embargo, algunas repetidas alusiones documentales a sus precoces contactos con el ambiente mantuano, donde trabaja Mantegna hasta 1506, y después de ese año Lorenzo Costa recoge su herencia como pintor de cámara de los Gonzaga. Es preciso, a pesar de ello. llegar a 1514 y al va mencionado contrato con los franciscanos de Correggio, para encontrar el primer testimonio preciso sobre la actividad de Antonio Allegri.
La biografía del pintor se nos presenta singularmente escasa en acontecimientos externos. Los testimonios cronológicamente exactos que poseemos son en su gran mayoría contratos de encargos de obras o recibos de pago. Sin embargo, otros documentos, en los cuales el maestro comparece como testigo, por ejemplo, en escrituras notariales, o como comprador de parcelas de tierra- en su ciudad natal, inducen a corregir el relato de Vasari que insiste no sólo en el carácter esquivo e introvertido del artista, sino también en la extremada indigencia que, según él, habría atormentado su vida. En realidad, la existencia del pintor parece transcurrir apartada de la riqueza, pero no exenta de cierto bienestar y de la alegría espiritual que le aporta la familiaridad con algunos espíritus cultivados, entre los que descuella Verónica Gambara, que había promovido en el Correggio una predisposición hacia la cultura humanista.
En 1517 Allegri estaba trabajando en una Virgen para la Iglesia de San Próspero de Albinea; dicha fecha, aunque la obra sea ahora conocida sólo por unas copias, es preciosa para reconstruir 1,a actividad juvenil del artista. Poco después debía sobrevenir un acontecimiento decisivo en la vida del Correggio, que, sin embargo -a falta de datos documentales- podemos únicamente inferir: su viaje a Roma, que la crítica sitúa en 1518, inmediatamente antes de la decoración de la Cámara de la Abadesa, del Convento de San Pablo, en Parma, y que marca una renovación radical de su estilo. En 1519 el pintor se desposa con Jerónima Merlini; dos años después nace su hijo Pomponio, que será un pintor mediocre. Entre 1520 y 1523 el Correggio está ocupado en la ejecución de los frescos de la Iglesia de San Juan Evangelista, en Parma. De 1522 son dos contratos bastante importantes: el relativo al retablo de la Capilla Pratonert de la iglesia de San Próspero de Reggio (obra conocida con el nombre de La noche) y el que se refiere a la decoración de la cúpula y del ábside de la Catedral de Parma. Los documentos indican que la cúpula fue pintada al fresco, en gran parte entre 1526 y 1530, y que el ábside fue pintado, en cambio, después de la muerte del rnaestro, por Mazzola-Bedoli. Ya en 1523 el Correggio se había trasladado con su familia a Parma, alojándose en las cercanías de la Iglesia de San Juan Evangelista. Pero no por esto había roto los lazos con su ciudad natal, donde la presencia del maestro aparece atestiguada varias veces y donde, más adelante, en 1530 y en 1533, adquirirá algzinas fincas. Es de notable interés la noticia de que en 1525 Allegri figura entre los peritos que debían examinar la estabilidad de la Iglesia de la Empalizada, de Parma, encargándosele al mismo tiempo, la ejecución de al unos proyectos para el altar mayor. Esto, junto con algunos diseños arquitectónicos atribuidos al propio maestro, hace suponer que el artista habíase ocupado en ciertas ocasiones de problemas de construcción. Entretanto, siguen los encargos de un retablo (1523, la Virgen de San jerónimo; 1524, la Virgen de la escudilla; obras ejecutadas, a pesar de la fecha del contrato, varios años después) y, en los últimos días., también pinturas de temas Profanos, como es el caso de la célebre serie de los Amores de Júpiter, pintada para el Duque de Mantua.
El maestro muere el 5 de marzo de 1534 en su tierra natal de Correggio y es sepultado en la Iglesia de los Franciscanos que había contribuido a decorar.
Bibliografía: Silla Zamboni. Pinacoteca de los Genios. Edit. Codex S. A.